Tenemos en nuestra mano la posibilidad de cambiar el mundo, de poner nuestro granito de arena para que ese plástico no llegue a los mares, a los ríos, a los bosques... A nadie le gusta pasear por un lugar que está lleno de basura, o bañarse en un mar de botellas de plástico.
Quizá el que esté a tu lado no lo haga pero tú puedes "mojarte" y con un simple gesto, un leve esfuerzo hacer una clase, un barrio, una ciudad y un mundo más limpio. El plástico tiene otra vida si se recicla pero mata vidas si lo tiramos en cualquier sitio.
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